Cristo pagó nuestras deudas

Reflexión Dominical: Mateo 22:15-22

Cuando Jesús se enfrentó al deber cívico de pagar impuestos, caminó «por las sendas de la justicia camino, por medio de los senderos del derecho» (Proverbios 8:20) y discernió que la sabiduría «es mejor que las perlas» y «mejor que el oro, incluso el oro fino» (Proverbios 8:11. 19).

Cuando ponemos nuestra mente en las cosas terrenales, como la riqueza y la gloria temporal, nuestro «fin es la perdición» (Filipenses 3:19). Sin embargo, nuestro humilde y prudente Señor ha rendido «a Dios lo que es de Dios» (Mateo 22:21), es decir, el temor, el amor y la confianza perfecta, así como el sacrificio completo por nuestros pecados. Al hacerlo, también rindió al César las cosas del honor y la justicia, sometiéndose a la ley de la tierra que lo puso en la cruz.

Las verdaderas «riquezas y la gloria están con [Él]», porque «gran fortuna y justicia» (Proverbios 8:18) se encuentran en nuestra ciudadanía celestial de la que «esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo». Él «transformará nuestro cuerpo vil en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene para someter a su dominio todas las cosas» (Filipenses 3:20-21).

Autor: Reverendo Mario Sánchez
Citas bíblicas: Biblia de Navarra, 2004 ©

 

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