PROPIOS DE LA MISA | |
PROFECÍA | Ezequiel 9:1-10 |
SALMO | Salmo 71 (70):17-18.9 |
EPISTOLA | Efesios 4:1-16 |
EVANGELIO | Lucas 18:35-43 |
LAUDES | Salmo 114 (113):1 |
Reflexión dominical
Los pasajes bíblicos de Ezequiel 9:1-10, Efesios 4:1-16 y Lucas 18:35-43 comparten un mensaje fundamental sobre la gracia, la misericordia y el propósito divino.
Ezequiel 9:1-10 relata una visión en la que el profeta Ezequiel ve la destrucción de Jerusalén debido a la idolatría y la maldad del pueblo. Sin embargo, un hombre vestido de lino recibe la orden de marcar a los justos con una marca en la frente para salvarlos de la destrucción. Este pasaje enfatiza la necesidad de la justicia y la importancia de estar alineado con los propósitos de Dios.
En Efesios 4:1-16, Pablo exhorta a los creyentes a vivir una vida digna de su llamado en Cristo. Destaca la unidad en el cuerpo de Cristo y cómo cada miembro tiene un papel importante en el crecimiento espiritual de la iglesia. Este pasaje subraya la importancia de la unidad, la diversidad de dones espirituales y la edificación mutua en la comunidad de creyentes.
Y en Lucas 18:35-43 nos habla de un ciego que clama a Jesús para recibir la vista. A pesar de la oposición de la multitud, el ciego muestra una gran fe y persistencia, lo que lleva a Jesús a sanarlo. Esto ilustra la importancia de la fe, la perseverancia y la disposición de buscar a Dios.
En conjunto, estos pasajes resaltan la necesidad de la justicia y la obediencia a Dios (Ezequiel), la importancia de la unidad y el servicio mutuo en la comunidad de creyentes (Efesios), y la fe y la búsqueda de Dios para la transformación y la sanidad (Lucas).
Todos estos pasajes bíblicos comparten un mensaje central sobre la relación con Dios, la importancia de vivir de acuerdo con sus mandamientos y la necesidad de confiar en Él para la sanación, la provisión y el propósito en la vida. En resumen, subrayan la importancia de una vida espiritual comprometida, la comunidad cristiana y la búsqueda constante de la gracia y la misericordia de Dios.