I Cuaresma – Cristo y las tentaciones

Reflexión dominical: 2º Corintios 6:1-10 | Mateo 4:1-11

En el evangelio, Cristo se humilla y sufre tentaciones por parte de diablo en el desierto (Mt. 4:1-11). No come, sino que ayuna y soporta los ataques del diablo por nosotros para que podamos recuperar la vida. En Cristo somos victoriosos sobre el diablo.

Tenemos un Dios que conoce nuestras tentaciones y ha salido victorioso. No recibamos, pues, en vano la gracia de Dios (2 Cor. 6:1-10), sino que, teniendo un gran Sumo Sacerdote, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para obtener ayuda en caso de necesidad.

Esta derrota del diablo de una vez por todas no sucedió en la tentación del desierto, sino en la cruz del Calvario. Ahí es donde Jesús aplastó la cabeza de la serpiente. Allí, en la cruz, nuestro Señor murió en nuestro lugar. Allí, donde gritó: “Consumado es”, nuestro Señor ganó la victoria que asegura que vivamos seguros en el Castillo Fuerte, que es la palma de la mano todopoderosa de nuestro Señor.

Autor: Reverendo Mario Sánchez

 

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