El amor del Padre – Ágape

Reflexión dominical: 1º Juan 3: 1-3

 

«Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.»

Queridos hermanos esta lectura que acabas de leer tiene como núcleo central el amor, ágape. Ese amor ágape es aquel que se dona, lo entrega todo sin pedir nada a cambio. Este amor ágape es el verdadero amor, que Dios te ofrece por medio de su amado hijo, Jesucristo. Este amor ágape es donado de tal forma que toda aquella persona que lo recibe y se apropia de él, hace que su relación con Dios cambie para siempre.

¿En qué consiste el amor? «En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.» (1º Juan 4:10)

Dios es el autor del amor. Este amor que Dios te ha regalado es para que lo dones a los demás, y la huella de Dios y de su evangelio se extienda. Dice la palabra de Dios: «Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios(1º Juan 4:7).

Oremos: Gracias Dios Todopoderoso por este amor que has derramado en nuestras vidas, y todo fue gracia a Cristo, que murió y resucitó por todos los hombres. Te pedimos que este amor lo compartamos con nuestros semejantes y alcance todo el mundo, y todos conozcan a Tu Hijo Jesús. Te lo pedimos en el nombre de Cristo. Amén.

 

Autor: Reverendo Mario Sánchez Caballero

Citas bíblicas: Biblia Conferencia Episcopal Española, 2011 ©

 

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