IV Pentecostés – Jesús hace pescadores de hombres

(Propios de la misa)

INTROITO
Salmo 26:1-2; Salmo 26:3
EPÍSTOLA
Romanos 8:18-23
GRADUAL
Salmo 78:9; Salmo 78:10
ALELUYA
Salmo 9:5; Salmo 9:10
EVANGELIO
Lucas 5:1-11

Reflexión dominical

El Señor llamó a los pescadores a ser pescadores de hombres (Lucas 5:1-11). La red que utilizarían es el mensaje de la cruz, que es necedad y escándalo para el mundo (1º Corintios 1:18-25). El poder de Dios para salvar no está en los signos espectaculares como el viento, el fuego y los terremotos, ni se encuentra en la inteligencia y la sabiduría humanas. El poder de Dios para salvar viene de la voz apacible de la predicación de Cristo resucitado.

En la oscuridad de este mundo, los discípulos no podían entender nada. Pero a la luz de Cristo, cuya Palabra estaba enfocada en pescar, las barcas se llenaron de peces. Así también nosotros, en el Bautismo, hemos sido atraídos a la barca de la Iglesia. Aunque las redes se rompan y algunos de los que escuchan la Palabra no crean, los pastores siguen echando la red del Evangelio, todos los días, y de los Sacramentos, para que los cristianos permanezcamos en la barca de la Iglesia y estemos preparados para dar razón de la esperanza que hay en nosotros a todo el que nos la pida (1º Pedro 3:8-15).

Autor: Reverendo Mario Sánchez

 

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